El del carbón y mi carta a los Reyes
Este año os iba a dejar tranquilos, pero mi parte de escritora se ha levantado como si tuviera cinco años.
Queridos, Melchor, Gaspar y Baltasar:
Este año me he portado (relativamente) bien. He hecho ejercicio de autocontrol y no he comprado más libretas de las que puedo llenar en tres vidas. También he evitado discusiones en redes sociales sobre si El Almendro es el mejor anuncio de Navidad o cuál es la mejor cadena para ver las campanadas. Así que creo que, como mínimo, merezco que consideréis mis peticiones.
Es cierto que no pensaba escribiros este año, pero si quiero que mis libros despeguen como se merecen, no me queda otra que pediros una poquita de magia.
Os dejo mi humilde lista:
1. Tiempo. Pero del bueno, no del que se pierde.
No pido más horas al día, que bastante mal organizo las 24 que tengo. Pido tiempo que rinda: ese ratito mágico en el que la casa está en silencio, las musas están de buen humor y puedo escribir sin interrupciones de emails, notificaciones o vecinos taladrando.
2. Una cuenta de Instagram inquebrantable.
Reyes, ya me conocéis: soy escritora y necesito mi rincón para promocionar libros, compartir ocurrencias y subir fotos de café. Lo mínimo que pido es que Instagram deje de amenazar mi existencia digital con bloqueos por razones absurdas, como “actividad sospechosa” (¿qué tiene de sospechoso un reel de mis Apericuentos?).
Si creéis que debería enfocarme solo en esta red, mandadme una señal, pero creo el 2024 me lo dejó bastante clarito.
3. Un corrector ortográfico con sentido del humor.
Porque si me equivoco, que al menos me lo señale con gracia. Estoy harta de las correcciones frías e insípidas del Word. ¿Es mucho pedir que me lance una broma o un GIF cuando detecte un “ha habido” mal conjugado?
4. Lectores que comenten y no sean ninjas.
No quiero hacerme rica ni famosa (bueno, rica un poco sí), pero... ¿qué cuesta dejar un comentario después de leer algo? Un “me ha gustado”, un “qué risa” o, incluso, un “me he aburrido” sería bienvenido. ¡Dadme un eco que rebote, Reyes!
5. Un filtro anti-procrastinación.
Que cuando me meta en Amazon a buscar ideas para regalos, no acabe con una compra compulsiva de rotuladores de 48 colores. Que cuando diga “voy a investigar para mi novela”, no termine leyendo sobre qué desayunaba Napoleón.
6. Una máquina para convertir ideas en libros automáticamente.
Porque en mi cabeza ya tengo como diez bestsellers, pero claro, luego están los detallitos insignificantes de escribir, revisar y sobrevivir a los bloqueos creativos. Sería un detallazo, Reyes, que esta máquina también hiciera café mientras tanto.
7. Un lector beta que no sea mi madre.
Mamá, te quiero, pero que siempre digas “es el mejor libro que has escrito” no me ayuda a mejorar. Reyes, enviadme un lector sincero que me diga: “Esto es brillante, pero ese personaje parece salido de una peli de sobremesa.”
8. Una señal para saber cuándo meter más descripciones.
Lo confieso, me gusta que el lector use la imaginación, pero a veces les doy demasiado trabajo. Un aviso luminoso en plan “STOP, se necesita más información para conocer al personaje” me vendría de perlas.
9. Un algoritmo que entienda lo que quiero.
Reyes, no sé si podéis hablar con las grandes mentes de Silicon Valley, pero me gustaría que, por una vez, Google me sugiera cosas útiles. Que cuando busque "cómo describir un personaje misterioso", no me acabe recomendando máscaras venecianas en Etsy.
10. Un club de lectura VIP con barra libre de vino.
Ya sé que os he hablado de mi amor por los clubs de lectura, pero esto es un nivel superior: leer libros donde muera gente, discutir nuestras próximas lecturas, debatir con pasión y que el vino fluya como el argumento de una buena novela.
No os voy a pedir paz mundial porque sois magos, no superhéroes, y tampoco os voy a reclamar diamantes (aunque no me quejaría). Eso sí, os agradecería que me echéis un cable con estas pequeñas cosas que, aunque mundanas, son esenciales para que este cerebro funcione en 2025.
¡Feliz cabalgata!
Alba
P.D. Si os sobra algo de tiempo, echad un vistazo a mis libros, que seguro hay alguno que os apetece llevar a Oriente.
P.D 2: No os paséis con el roscón mañana.
Me encantó esa lista humilde y obviamente me sentí interpelada por el punto 4 😅
Feliz de unirme a tu madre como lectora beta si necesitas Alba!