Ser valiente bebiendo un Angel Face
El primer paso para preparar el Angel Face es poner en una coctelera repleta de hielos la ginebra, el brandy de albaricoque y el aguardiente. Seguidamente, se agita durante más de diez segundos.
A continuación, se vierte el resultado de la mezcla en una copa enfriada mientras se pasa por un colador.
Por último, se decora con un trozo de piel de naranja.
La historia que se esconde detrás del relato Angel Face es una que habla de valentía.
Solo recuerda fragmentos de más disparos. Hombres corriendo. Motores encendidos y un armario muy oscuro. Después, solo silencio. No sabe cuánto tiempo pasó, ni por qué no hizo caso a Dimitri. Solo que salió de casa para no volver nunca más.
A veces una gran crisis es el cataclismo que necesitamos para que nos empuje a salir y no volver atrás. Otras son años de terapia, de pasos de cangrejo y de tirar la toalla para acabar recogiéndola con la mirada apagada.
Hay que ser muy valiente para dar ese primer paso, para taparse los oídos a juicios no solicitados y nadar a contracorriente siguiendo solo el impulso de superación. Salir de la oscuridad, de la violencia, de lo tóxico. Cada uno tiene su historia, como la de Virginia que acaba en un tren sin saber muy bien a dónde ir, pero con la certeza de que no va a volver al pozo del que ha salido.
Aunque se desconoce el origen del cóctel Angel Face, las principales hipótesis suponen que nació en los años veinte del siglo XX en Francia: esta tesis demostraría la presencia de calvados, un licor comúnmente utilizado en Francia y, en particular, en ese país. Sobre esta base, una de las hipótesis más frecuentes sostiene que el cóctel fue creado por Harry MacElhone, fundador del Harry’s New York Bar en París el 19 de julio de 1919, en honor a las celebraciones por la victoria de la Primera Guerra Mundial. La primera evidencia fiable, sin embargo, se remonta a 1930, cuando Harry Craddock incluyó el Angel Face entre las recetas de su libro “Savoy cocktail book”.
Algunas fuentes indican que el nombre deriva del de un gángster estadounidense activo durante la Prohibición; menos probable la dedicatoria a Rick Blaine, el protagonista de Casablanca interpretado por Humphrey Bogart, ya que la película sigue los primeros testimonios (1942).
Venga de donde venga, brindemos por todos los inicios difíciles pero necesarios.
PD: Si quieres leer la historia completa, puedes hacerlo AQUÍ.